El presidente de EE UU, Donald Trump, ha sugerido que Egipto y Jordania acojan más desplazados palestinos de Gaza, describiendo esta iniciativa como una forma de «limpiar» la región, alineándose así con las posturas del ala más extrema del espectro político israelí. Tras una conversación con el rey Abdullah de Jordania, y a la espera de dialogar con el presidente egipcio Abdelfatá al Sisi, Trump propuso el traslado de un millón y medio de gazatíes. Esta idea ha sido rechazada históricamente por Egipto y Jordania, que consideran que replicaría el éxodo palestino de 1948 y socavaría una solución pacífica basada en dos Estados. A pesar de que la postura oficial de Washington se opone al desplazamiento forzoso, la propuesta de Trump ha sido bien recibida por figuras políticas israelíes como Itamar Ben Gvir, quien aboga por fomentar la inmigración voluntaria de los gazatíes.
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