España impresionó en el Mundial de Gimnasia Rítmica de Río al presentarse como un ave fénix, simbolizando su renacimiento tras un mal desempeño en los Juegos Olímpicos de París 2024. A pesar de dificultades, como una cinta enredada en los fouettés, el equipo se recompuso y logró un destacado bronce con 54,750 puntos, detrás de Japón (55,550) y Brasil (55,250). La jornada estuvo marcada por un fallo en el sistema de puntuación que afectó a varios países, pero no frenó la remontada española en el ejercicio mixto. China, aunque reclamó puntuación, terminó cuarta. Japón se coronó campeón mundial por primera vez, sorprendiendo a las anfitrionas brasileñas. Las finales por aparatos continúan el domingo, con España compitiendo en conjuntos pero sin representación individual.
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