El Gobierno español ha implementado una de las políticas más ambiciosas en Europa para combatir las estafas telefónicas, logrando bloquear 47,9 millones de llamadas y 2,2 millones de SMS fraudulentos desde marzo de 2025. Este esfuerzo se centra en detener el crecimiento del vishing y smishing, técnicas que buscan engañar a los usuarios a través de llamadas y mensajes de texto.
El fraude telefónico ha evolucionado significativamente; ahora involucra bots automáticos que realizan miles de llamadas en poco tiempo mediante técnicas como el «caller ID spoofing». Esta práctica muestra un número aparentemente legítimo, aunque en realidad se origina fuera del país.
El nuevo plan gubernamental aborda varias áreas clave. Se han bloqueado números inexistentes y se ha puesto fin a la suplantación internacional, evitando que llamadas extranjeras aparezcan como locales. Además, las llamadas comerciales están ahora reguladas, permitiéndose solo desde números geográficos o prefijos 800/900. Estos cambios han resultado en un incremento significativo en el número de bloqueos diarios, pasando de 235,000 a 435,000 llamadas desde junio.
El próximo desafío será el combate al smishing, altamente peligroso por su capacidad de suplantar a instituciones confiables. Para junio de 2026, se lanzará una base de datos nacional de identificadores alfanuméricos que validará la autenticidad de mensajes de entidades como bancos y administraciones.
Otros países europeos también han implementado sus propias medidas. El Reino Unido ha optado por bloquear identificadores falsos utilizando IA, reduciendo un 70% los fraudes de vishing. Francia ha prohibido las llamadas automáticas comerciales, y Alemania ha hecho obligatoria la autenticación SMS en la banca.
La inteligencia artificial se perfila como el siguiente paso en este combate, permitiendo la detección de patrones de fraude en tiempo real, siempre bajo la protección del RGPD para salvaguardar la privacidad.
Para los usuarios, esto se traduce en menos llamadas y mensajes fraudulentos, y una mejor identificación de comunicaciones legítimas. Sin embargo, el fraude no desaparecerá completamente, sino que seguirá adaptándose a nuevas formas.
En resumen, España ha dado un paso significativo al bloquear casi 50 millones de intentos de estafa en cinco meses. Este avance subraya la importancia de considerar las telecomunicaciones como una infraestructura crítica, al igual que la ciberseguridad bancaria, indicando que cumplir la ley no es suficiente, sino que es necesario reforzar la red por completo.
