El acoso del régimen venezolano ha forzado al presidente electo, Edmundo González Urrutia, a exiliarse en España, donde ha sido recibido con la ayuda del gobierno español. Las autoridades venezolanas lo acusaban de presunta usurpación de funciones y forjamiento de documentos. El Ministerio de Asuntos Exteriores español reiteró su compromiso con los derechos políticos de los venezolanos. González ganó las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio con el 70% de los votos, aunque el régimen de Maduro, respaldado por el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo, lo despojó de su victoria. Tras intensificarse la persecución en su contra y la de sus aliados, González se refugió en la embajada española en Caracas. La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos y la Unión Europea, ha mostrado escepticismo hacia la legitimidad del triunfo atribuido a Maduro, aumentando la presión sobre su régimen.
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