España se ha abstenido en la votación de la Unión Europea con respecto a los aranceles sobre los coches eléctricos chinos, buscando así mantener el diálogo y evitar una guerra comercial perjudicial entre Europa y China. La posición fue respaldada por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quienes abogaron por agotar las negociaciones para evitar encarecer los vehículos eléctricos y proteger relaciones comerciales como la inversión de la fábrica Chery en Barcelona. Además, el país está preocupado por una potencial retaliación china que podría afectar las exportaciones españolas, especialmente la venta de cerdo, principal producto exportado al gigante asiático. A pesar de la abstención, la Comisión Europea avanzará con los aranceles, aunque mantendrá el diálogo abierto con Pekín y las empresas afectadas para evaluar posibles ajustes en el futuro.
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