El Ministerio de Defensa ha decidido reemplazar los misiles Spike, fabricados por la empresa israelí Rafael, tras anular su adquisición como parte de una «desconexión» con la industria militar de Israel. Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Defensa, ha señalado que se busca desarrollar un nuevo sistema anticarro de origen español, europeo o de algún país aliado. Desde el Partido Popular, se critica la «ruptura abrupta» de vínculos, advirtiendo sobre posibles penalizaciones y mayores costes, además de dejar en suspenso una capacidad crucial para las Fuerzas Armadas. Sin embargo, Valcarce asegura que la capacidad contracarro no se verá comprometida. Entre las alternativas al Spike se consideran el Javelin estadounidense y el Akeron francés.
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