Venezuela y España atraviesan un momento crítico en sus relaciones diplomáticas tras la controversial derrota de Nicolás Maduro, supuestamente manipulada a través de instituciones clave. La situación escaló con las recientes declaraciones críticas de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, sobre la persecución de opositores en Venezuela, calificadas por Maduro como «insolentes». En respuesta, el régimen chavista convocó al embajador español en Caracas y llamó a consultas a su embajadora en Madrid. Paralelamente, el Parlamento venezolano ha propuesto una resolución para romper todos los lazos diplomáticos y comerciales con España, agudizando aún más las tensiones bilaterales.
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