En la noche de Bogotá, decenas de personas se congregan en la clínica Fundación Santa Fe, rezando por el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, hospitalizado tras un intento de asesinato. El incidente es un triste reflejo del aumento de la violencia política en Colombia, donde 34 líderes han sido asesinados en cuatro meses. A pesar de la gravedad de su estado, hay quienes vislumbran esperanza, como su tío, quien cree en su recuperación. La clínica se ha trasformado en un espacio de plegarias y apoyo, con ciudadanos que incluso ven a Uribe como un futuro presidente. Mientras tanto, Colombia sostiene la esperanza en medio de una oleada de violencia.
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