El Estado Islámico ha expresado su «orgullo» ante el ataque durante una fiesta judía de la festividad de Janucá en la playa de Bondi, Sídney, aunque no ha reivindicado la autoría del atentado que dejó al menos 15 muertos y más de 40 heridos. En un editorial, el grupo yihadista destacó el impacto de estas «operaciones» en sus «enemigos», independientemente de reivindicaciones formales. El ataque, que involucró a un padre fallecido y su hijo detenido, es considerado un acto terrorista dirigido contra los asistentes, según la policía australiana. La organización ha instado a continuar con acciones contra judíos y cristianos en lugares como Bélgica, asegurando que sus seguidores persisten en intentar golpear a judíos en cualquier parte del mundo.
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