Este jueves, en Estados Unidos, millones celebrarán el día de Acción de Gracias con el tradicional pavo relleno, a pesar de que una encuesta reciente revela que al 35% de los estadounidenses no les gusta este plato, afectado también por el alza de precios en años anteriores. Este año, el costo del pavo ha bajado un 6% debido a una menor producción afectada por la gripe aviar, pero la demanda sigue cayendo. Se estima un consumo notablemente menor al del año pasado, mientras que la preferencia por el pollo y las carnes rojas se mantiene. A pesar de la reducción en algunos precios de alimentos, la inflación seguirá impactando los gastos, con familias esperando gastar un 20% más que el año anterior. La controversia no solo se centra en el precio o gusto, sino también en el bienestar animal, con asociaciones como PETA llamando al boicot de empresas específicas. Mientras tanto, se espera un récord de viajeros en los aeropuertos y carreteras del país, en buena parte debido a la estabilización de los precios de la gasolina.
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