En su segundo mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebra sus primeros 100 días con un discurso en Míchigan lleno de promesas firmes sobre inmigración y empleo. Con el lema «Aun no han visto nada», Trump promete terminar con la inmigración ilegal y revitalizar el empleo en el sector automotriz. Además, defiende haber realizado el cambio más significativo en Washington en un siglo, con recortes de gastos y la preservación del «sueño americano». Trump critica a la «clase política perversa» y a las restricciones judiciales, especialmente aquellas relacionadas con sus políticas migratorias. Resalta su compromiso con la seguridad nacional y se enfrenta a decisiones del Tribunal Supremo que han bloqueado ciertas deportaciones, reafirmando su intención de fortalecer las fronteras del país.
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