Julio ha marcado un punto de inflexión en la tendencia del euríbor, el principal indicador para las hipotecas de tipo variable. Tras meses de descensos que beneficiaron a los titulares de hipotecas, el índice se ha estabilizado cerca del 2,07%. Esta cifra sugiere que los periodos de grandes ahorros mensuales podrían estar llegando a su fin, generando diversas reacciones entre los afectados.
Aunque algunos puedan ver este estancamiento como una mala noticia, es crucial mantener la perspectiva: el euríbor se mantiene en un nivel relativamente bajo en comparación con el año anterior. Esto sigue siendo positivo para quienes revisan su hipoteca ahora, aunque el ahorro será menos impactante que en meses como abril o mayo. Actualmente, los ahorros rondan los 20 a 30 euros, dependiendo de las condiciones de cada hipoteca.
Los expertos aconsejan a quienes tienen hipotecas variables considerar sus alternativas en este momento. Renegociar condiciones con el banco, optar por una hipoteca de tipo fijo o incluso considerar una subrogación a otra entidad son opciones válidas. Distintas entidades bancarias están ofreciendo tipos reducidos en un esfuerzo por atraer nuevos clientes, lo que podría ser ventajoso para algunos hipotecados.
De cara al futuro, las expectativas son que el euríbor se mantenga en torno al 2%, con pronósticos que no anticipan cambios abruptos a corto plazo. Aunque los tipos oficiales en Europa siguen a la baja, cualquier ajuste en el euríbor sería gradual, estableciendo así un escenario estable para los poseedores de hipotecas variables. Así, aunque la fase de reducciones rápidas parece haber concluido, esta estabilización podría ofrecer un terreno más predecible para quienes gestionan sus hipotecas.
