La Ryder Cup, destacada como uno de los mayores eventos deportivos mundiales, tuvo lugar en Nueva York, donde Europa consiguió retener el trofeo frente al equipo estadounidense. El evento, con gran afluencia de público y espectadores televisivos, contó con figuras como Donald Trump y Michael Jordan entre el público, y en el campo, jugadores de renombre como Scottie Scheffler y Bryson DeChambeau. Europa, liderada por el capitán Luke Donald y respaldada por un equipo casi intacto desde su victoria en Roma, logró resistir el embate final de Estados Unidos, asegurando al menos un empate tras aventajar con un histórico margen de siete puntos. Este triunfo europeo en suelo americano se sumó a una serie de exitosos desafíos frente a un equipo local, emulando hazañas pasadas y ampliando su dominio en el certamen.
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