En tiempos donde la soberanía digital es una prioridad para la Unión Europea, las cifras son contundentes: el 72 % de las organizaciones europeas considera crucial el control de sus datos, pero más del 70 % aún depende de servicios cloud de gigantes estadounidenses como Microsoft Azure, AWS o Google Cloud. Esta situación plantea serias preocupaciones legales y estratégicas para Bruselas, que ha alertado sobre la posibilidad de que Europa no pueda garantizar la protección de sus datos cuando la infraestructura está bajo leyes extranjeras, como el US CLOUD Act.
El CLOUD Act, legislación estadounidense aprobada en 2018, otorga a las autoridades de Estados Unidos el poder de exigir datos a empresas con sede en su territorio, incluso si estos datos se almacenan en servidores ubicados fuera del país. Esto significa que, aunque un centro de datos esté físicamente en Europa, la información puede estar sujeta a la jurisdicción estadounidense. Microsoft ha reconocido esta limitación en la soberanía de sus clientes europeos, mientras que AWS ha intentado paliar este riesgo con su European Sovereign Cloud, promocionando una operación manejada exclusivamente por personal comunitario. Sin embargo, los expertos indican que mientras la propiedad de estas empresas sea estadounidense, el riesgo del CLOUD Act persiste.
Ante este panorama, soluciones como Nextcloud Enterprise, de origen europeo, emergen como alternativas viables para instituciones que buscan independencia tecnológica. Nextcloud ofrece alojamiento totalmente europeo, un código abierto y auditable, y ya ha sido adoptado por las administraciones de Alemania, Francia y Países Bajos. De esta forma, cumple con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y se excluye de la jurisdicción del CLOUD Act.
Simultáneamente, la Comisión Europea está promoviendo iniciativas como el EUCS, GAIA-X y EuroHPC para reducir la dependencia tecnológica de proveedores extranjeros. Aunque estas soluciones son a largo plazo, Nextcloud ofrece una opción inmediata para asegurar la soberanía de los datos.
Las comparaciones entre el AWS European Sovereign Cloud y Nextcloud Enterprise acentúan las diferencias: mientras AWS sigue sujeto al CLOUD Act y ofrece un código propietario, Nextcloud es totalmente europeo, open source y ya está disponible, proporcionando más control y seguridad jurídica.
Expertos como Marcel Warchaftig destacan la importancia de controlar tanto la propiedad como la gestión de la infraestructura. Los juristas coinciden en que la soberanía tecnológica no se logra solo con la localización física de datos, sino con un marco legal que impida el acceso de autoridades extranjeras. La Estrategia Digital Europea busca recuperar el control estratégico sobre los activos digitales, integrando innovación y sostenibilidad en el proceso.
Adoptar soluciones soberanas como Nextcloud no significa comprometer la competitividad; más bien, puede fortalecer la resiliencia frente a ciberamenazas, evitar riesgos legales y asegurar que el valor generado por los datos se mantenga dentro de la economía europea.