La reunión de líderes de la Unión Europea en Bruselas concluyó sin acuerdos formales sobre defensa comunitaria, centrándose principalmente en debatir prioridades militares y relaciones con Estados Unidos ante posibles aranceles. La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, destacó la interdependencia entre la UE y EE.UU., advirtiendo que una guerra comercial beneficiaría a China. Mandatarios como Olaf Scholz y Emmanuel Macron enfatizaron la necesidad de respuesta firme si EE.UU. impone aranceles, mientras Antonio Costa y otros líderes subrayaron la importancia de aumentar el gasto en defensa, superando el actual objetivo del 2% del PIB, para afrontar desafíos como la invasión rusa a Ucrania y fortalecer la seguridad europea.
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