Un análisis reciente ha puesto de manifiesto una tendencia preocupante entre los ciudadanos de la Unión Europea: la acumulación de dispositivos tecnológicos obsoletos en los hogares en lugar de su reciclaje adecuado. En 2024, el 51% de las personas de entre 16 y 74 años prefirió mantener sus antiguos teléfonos móviles almacenados, mientras que solo un 11% adoptó el reciclaje y un ínfimo 2% optó por desecharlos sin ningún tratamiento.
La situación es similar con otros dispositivos como laptops y tablets. Un 34% de los encuestados indicó que prefiere conservar estos dispositivos en casa, comparado con el 12% que los regaló o vendió. Al igual que con los smartphones, la tasa de reciclaje se mantuvo en un escaso 11%, y apenas un 1% los desechó de manera no responsable.
Los viejos ordenadores de sobremesa presentan una ligera mejora en la cifra de reciclaje, alcanzando el 15%. Sin embargo, aún un 19% de los encuestados ha decidido mantenerlos en casa, mientras que un 9% optó por regalarlos o venderlos. El desecho sin reciclaje se mantuvo bajo, con solo un 2% eligiendo esta opción.
Estos datos resaltan una tendencia que podría tener consecuencias negativas para el medio ambiente, ya que la retención prolongada de estos dispositivos sin un manejo adecuado puede aumentar la cantidad de residuos electrónicos. Con el avance continuo de la tecnología, se vuelve crucial promover una cultura del reciclaje que facilite la correcta disposición de estos equipos, contribuyendo así a mitigar el impacto ecológico asociado a su acumulación.
La Unión Europea enfrenta el desafío de intensificar sus esfuerzos en educación y políticas para el manejo sostenible de residuos electrónicos, un paso decisivo hacia la preservación del entorno natural del continente.
