En el año 2024, el bienestar material de los hogares en la Unión Europea (UE) muestra disparidades significativas, como lo evidencian las variaciones en el Consumo Individual Real (AIC). Este indicador, que mide el bienestar material de los hogares utilizando el estándar de poder adquisitivo (PPS), revela un rango que oscila entre el 72% y el 146% de la media de la UE.
Diez países se destacaron al registrar un AIC per cápita igual o superior a la media comunitaria. Luxemburgo lideró con un notable 146%, seguido de cerca por los Países Bajos con un 20% por encima de la media, y Alemania con un 19% más. En el extremo opuesto, Letonia presentó el nivel más bajo, ubicándose un 28% por debajo de la media de la UE, mientras que Bulgaria y Hungría no quedaron lejos con un 27% menos.
Estas variaciones en el consumo individual contrastan de manera llamativa con las diferencias en el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita. En el mismo periodo, diez países registraron un PIB per cápita mayor al promedio de la UE, con Luxemburgo nuevamente a la cabeza con un impresionante 245%. Le sigue Irlanda, con un 221%, y los Países Bajos con un 134%. Bulgaria, Letonia y Grecia se encuentran en el lado opuesto, con porcentajes del 66%, 68%, y 69%, respectivamente.
Estas cifras no solo reflejan la complejidad del panorama económico en la UE, sino también las notorias diferencias en la calidad de vida entre sus Estados miembros. Mientras algunos países disfrutan de altos niveles de consumo individual, otros todavía enfrentan desafíos para alcanzar niveles de vida adecuados, lo cual plantea serias interrogantes sobre la cohesión y la equidad dentro del bloque europeo.
