La comunidad internacional se enfrenta a una creciente preocupación por la crítica situación sanitaria en Gaza, tras nuevos informes de la ONU que detallan un preocupante panorama de desprotección y violencia en la región. Tlaleng Mofokeng y Francesca Albanese, relatoras especiales de la ONU, han dirigido un ferviente llamamiento a Israel para que detenga lo que describen como un «flagrante menosprecio del derecho a la salud» en este territorio palestino.
El detonante de esta petición fue un incidente reciente en el que fuerzas israelíes asaltaron el hospital Kamal Adwan, resultando en la detención arbitraria de su director, el Dr. Hussam Abu Safiya. Las autoridades israelíes enfrentan ahora críticas internacionales por este y otros actos que, según las relatoras, reflejan un alarmante nivel de impunidad frente a los derechos humanos.
El ataque al hospital es solo uno de los numerosos actos de violencia reportados en el último año. Las relatoras manifestaron horror ante la escalada de ataques contra personal sanitario en el norte de la Franja de Gaza, lo que ha exacerbado una situación ya de por sí crítica tras el bombardeo que destruyó partes del hospital. Las consecuencias son devastadoras: más de 1,057 profesionales médicos palestinos han perdido la vida, y muchos más enfrentan detenciones injustificadas.
El caso del Dr. Abu Safiya resalta la gravedad de la situación. A pesar de resultar herido, su compromiso con los pacientes lo llevó a resistirse al abandono del hospital durante el ataque, actitud que desembocó en su secuestro por las fuerzas de ocupación. Durante el asalto, el médico perdió a su hijo, asesinado ante sus ojos, un acto que subraya la urgencia de intervención internacional.
Las relatoras de la ONU advierten que los ataques deliberados contra instalaciones sanitarias podrían catalogarse como crímenes de guerra. Han instado a las autoridades israelíes a proteger el acceso a la salud y la vida en Gaza, subrayando la necesidad urgente de garantizar servicios médicos continuos para una población que enfrenta inmensos desafíos humanitarios.
Este contexto de violencia y desamparo ha convertido a Gaza en un símbolo de sufrimiento infantil, estableciendo un precedente lamentable al registrar el mayor número de niños amputados en la historia moderna. La historia de un niño de siete años, ahora paralítico tras un disparo, es solo un ejemplo del sufrimiento que ve su mundo reducido a la impotencia y necesidad urgente de atención médica.
El llamado de las relatoras concluye con un deseo de que el próximo año se abra una oportunidad para avanzar hacia la paz y el respeto irrestricto de los derechos humanos. La comunidad internacional observa con atención, a la espera de cambios significativos que pongan fin a esta prolongada tragedia humanitaria.