Un grupo de doce presos, encarcelados junto a militantes relacionados anteriormente con ETA, ha criticado al ex jefe de la banda y a seis dirigentes «abertzales» por admitir su culpabilidad en los actos de bienvenida conocidos como ‘ongi etorris’. Esta aceptación busca evitar condenas de cárcel, provocando malestar entre los reclusos que consideran que daña la reputación del grupo al expresar conformidad con las penas impuestas.
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