En 2025, el Cluttercore se ha establecido firmemente como el estilo decorativo de referencia, desafiando las normas del minimalismo que prevalecieron en años anteriores. Este movimiento, que aboga por la acumulación y mezcla de objetos y colores, ha encontrado su espacio en los hogares de aquellos que buscan expresar su personalidad y experiencias de vida a través de la decoración.
Nacido como una respuesta a la estética minimalista que dominó la última década, el Cluttercore se enfoca en la idea de que los espacios deben contar historias. Cada esquina de una habitación se convierte en un reflejo de la vida del propietario: recuerdos de viajes, objetos de herencia y tesoros de mercados vintage se entrelazan de manera armoniosa. Este estilo celebra el desorden como una forma de arte, donde cada pieza tiene un significado propio y los contrastes se transforman en un atractivo visual.
Los adeptos al Cluttercore abrazan la diversidad de texturas y patrones. En vez de adherirse a una paleta de colores rígida, los espacios se llenan de tonos vibrantes y motivos contrastantes, creando ambientes acogedores y eclécticos. Las estanterías, por ejemplo, se convierten en vitrinas de libros, plantas y objetos decorativos, capturando la atención de cualquier visitante.
El auge del Cluttercore ha influenciado incluso la industria del mueble y la decoración. En respuesta a la demanda, muchas marcas han empezado a lanzar colecciones que favorecen lo único y lo personal por encima de lo funcional y minimalista. A nivel social, este estilo ha provocado un renacimiento de lo artesanal, incrementando la demanda por artículos hechos a mano y el aprecio por objetos con historia.
A pesar de su creciente popularidad, el Cluttercore enfrenta críticas. Algunos expertos advierten que el exceso de objetos podría generar caos y ansiedad, afectando negativamente el bienestar mental. Sin embargo, quienes defienden esta tendencia argumentan que, ejecutada con consciencia y creatividad, esta práctica puede ser una poderosa herramienta de autoexpresión y de conexión emocional con el entorno.
Con la popularidad del Cluttercore en ascenso, se espera que su influencia se extienda más allá del diseño de interiores. La moda, el arte, e incluso las redes sociales están adoptando elementos de esta estética, permitiendo a más personas hacer suya la idea de que cada objeto en el hogar puede narrar una parte de nuestra historia personal. En un mundo que a menudo busca la simplicidad y la uniformidad, el Cluttercore emerge como un manifiesto de autenticidad y personalidad en cada rincón del hogar.