En un momento crucial para las telecomunicaciones, las pruebas de campo realizadas por Telefónica Alemania han demostrado que con una regulación apropiada, la banda superior de 6 GHz ofrece beneficios substanciales, acelerando la llegada del 5G avanzado y estableciendo las bases para el desarrollo del 6G.
La banda superior de 6 GHz (6425–7125 MHz) ha ganado protagonismo en el ámbito global del espectro radioeléctrico, siendo esencial para las Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT). Telefónica Alemania ha confirmado mediante pruebas que esta banda puede ofrecer rendimientos móviles equivalentes a los del espectro licenciado tradicional, con mejoras en eficiencia, cobertura y escalabilidad. Sin embargo, la clave es que esta banda sea oficialmente reconocida para servicios móviles IMT en foros como la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-23).
Durante pruebas en entornos urbanos, se demostró que la banda puede alcanzar altas velocidades de transmisión y una cobertura eficiente, superando a frecuencias más altas como mmWave en penetración y estabilidad. Además, permite operar con anchos de banda amplios, lo que mejora las velocidades pico y el soporte de conexiones simultáneas. Esto refuerza su viabilidad como pilar para el 5G Advanced y el futuro 6G.
En la CMR-23, convocada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, se decidirá si la banda superior de 6 GHz será identificada como parte del espectro IMT. Esta identificación es crucial para el despliegue de redes móviles comerciales bajo marcos reguladores armonizados. Telefónica y otros operadores instan a reguladores a apoyar esta medida bajo condiciones técnicas adecuadas, como el despliegue de macrocélulas y la maximización de la eficiencia espectral.
La correcta asignación de esta banda puede ofrecer beneficios directos a millones, como mayor capacidad de red en áreas densamente pobladas y la mejora en la experiencia del usuario con menores latencias y mayor estabilidad. También puede reducir la brecha digital en áreas urbanas y rurales y potenciar servicios críticos como vehículos conectados y salud digital. Todo ello con una huella energética más eficiente.
En cuanto al Wi-Fi, se ha argumentado que liberar toda la banda de 6 GHz para este uso no es necesario, ya que la parte baja asignada sin licencia en Europa es suficiente para necesidades futuras. Así, la asignación total a Wi-Fi podría suponer un coste de oportunidad excesivo, debilitando la capacidad de Europa en redes móviles avanzadas.
Esta banda resulta ser una solución viable a corto plazo para expandir el espectro medio disponible, vital para la evolución tecnológica. La decisión en la CMR-23 será determinante para el ecosistema digital de la próxima década. Telefónica subraya la importancia de asignar esta banda a las IMT bajo condiciones adecuadas para asegurar una conectividad móvil potente, eficiente e inclusiva. Se trata de un llamado a los reguladores para potenciar la innovación y mantener el liderazgo tecnológico de Europa en un ámbito donde las decisiones de hoy definirán claramente el futuro.