En medio del agitado ritmo de la vida moderna, es común buscar estrategias para manejar el estrés. Un ejemplo curioso es el de quienes encuentran consuelo al considerar la vida de celebridades como Kim Kardashian, conocida por su intensa exposición mediática y su ajetreada agenda. Este ejercicio de comparación permite relativizar las propias preocupaciones, al imaginar los desafíos que enfrentan figuras públicas sometidas a un constante escrutinio. Aunque puede parecer irónico, este método resalta la tendencia a buscar alivio en contextos ajenos, en un intento por equilibrar las tensiones personales frente a la percepción de los problemas de otros.
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