La crisis política en Corea del Sur ha escalado con nuevos cargos contra el expresidente Yoon Suk-yeol, acusado de abuso de poder y de favorecer a un estado enemigo al supuestamente enviar drones a Corea del Norte. Esta acción formaría parte de un plan para crear tensión y justificar una ley marcial, que Yoon impuso en diciembre de 2024, causando una conmoción política. Junto a Yoon, tres altos mandos militares enfrentan acusaciones similares. El expresidente, destituido en abril por el Tribunal Constitucional, se encuentra en prisión preventiva, y podría enfrentar cadena perpetua o la pena capital debido a la gravedad de los cargos, aunque esta última está en moratoria desde 1997. La Fiscalía especial sigue investigando, mientras que Yoon defiende que sus acciones eran para proteger la democracia, no instaurar un régimen militar. La situación mantiene en vilo a una nación clave en el equilibrio geopolítico asiático.
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