José Manuel Romero ha reconocido no estar al tanto de la literalidad del correo electrónico que, según se alega, fue filtrado por el fiscal general. Este correo ha generado controversia en las autoridades, y la admisión de Romero plantea interrogantes sobre la transparencia y el manejo de esta información. La situación mantiene a la opinión pública atenta a los próximos pasos de la investigación.
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