El exagente del Servicio Secreto, Hill, quien fue obligado a prejubilarse tras sufrir estrés postraumático por un magnicidio, recibió las más altas condecoraciones de la institución y fue ascendido debido a su destacada actuación durante aquel trágico día. A pesar de las secuelas emocionales que el evento dejó en él, su profesionalismo y valentía fueron reconocidos por sus superiores, enfatizando su compromiso y dedicación en momentos críticos.
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