Este viernes, el teniente general ruso Yaroslav Moskalik falleció debido a la explosión de un coche bomba en Moscú, según Svetlana Petrenko del Comité de Instrucción de Rusia. Moskalik, alto mando de las Fuerzas Armadas rusas, murió al acercarse a un Volkswagen Golf al que se le colocó un artefacto explosivo remoto. El atentado, en una urbanización destinada a militares retirados, ha sido calificado por la portavoz de Exteriores de Rusia como un acto terrorista. La explosión causó daños materiales en el área circundante. Los medios indican que el coche estuvo anteriormente vinculado a un individuo de Sumi, Ucrania. Este suceso recuerda el asesinato del teniente general Ígor Kirílov en un ataque similar el pasado diciembre. El presidente ruso, Vladímir Putin, criticó la capacidad de los servicios de seguridad tras ese incidente, citando la necesidad de mejorar sus métodos. En respuesta, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia afirma haber prevenido otros atentados contra altos mandos militares. El caso ha sido catalogado oficialmente como asesinato y tenencia ilegal de explosivos.
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