En un trágico desenlace para el balonmano base español, el abuelo del joven árbitro de 15 años, agredido en un partido el 15 de diciembre de 2024, ha fallecido tras permanecer más de dos meses en coma por las lesiones sufridas. La agresión se produjo cuando el abuelo fue empujado por el padre de una jugadora de categoría cadete, un acto que la Federación Gallega de Balonmano ha condenado enérgicamente. La federación, encargada de anunciar la noticia, expresó su «impotencia e indignación» en una carta donde lamentan su incapacidad para prevenir el incidente y piden disculpas por no haber gestionado el respeto dentro del deporte. A su vez, agradecen al personal del Hospital Álvaro Cunqueiro por su profesionalismo y empatía, y extienden su pesar a la familia del fallecido, a quien consideran un ejemplo de lo que debería promover el balonmano.
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