Su inconfundible sonrisa y su imagen llena de glamour la catapultaron al estrellato mundial, situándola al mismo nivel que figuras icónicas de la realeza como Farah Diba, Imelda Marcos y Grace Kelly. Su presencia y sofisticación dejaron una marca imborrable en la historia, convirtiéndose en un símbolo de elegancia y estilo admirado a nivel internacional.
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