Un ciudadano guatemalteco, Francisco Gaspar-Andres, falleció el 3 de diciembre en un hospital de El Paso, Texas, mientras se encontraba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE). Fue ingresado el 16 de noviembre debido a complicaciones de salud que más tarde el personal médico atribuyó a un fallo hepático y renal. Detenido el 1 de septiembre por cruzar la frontera irregularmente, enfrentó problemas de salud desde su arresto, incluidos síntomas de abstinencia alcohólica. Pese a la «constante» atención médica recibida, su condición se agravó, llegando a ser intubado y colocado en una lista de espera para un trasplante de hígado. El caso resalta preocupaciones sobre el trato y condiciones en centros de detención migratoria, que han sido señaladas por organizaciones de derechos humanos como problemáticas, destacando hacinamiento y deficiencias en la atención médica. En 2025, al menos entre 20 y 22 personas han muerto bajo custodia de ICE, marcando un récord sombrío en las últimas dos décadas.
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