La oposición venezolana ha intensificado su presión para obstaculizar la toma de posesión de Nicolás Maduro el próximo enero, tras las controvertidas elecciones del 28 de julio. Miles de ciudadanos, junto a la Plataforma Unitaria Democrática, han realizado una vigilia en Caracas clamando por la liberación de más de 1.900 detenidos, considerados presos políticos por disentir del régimen chavista. El evento, caracterizado por la liberación de globos blancos y pancartas exigiendo justicia, ha contado con un llamado a la Corte Penal Internacional para que actúe sobre presuntos crímenes de lesa humanidad. En respuesta, el oficialismo ha convocado su propia marcha «en defensa de la paz», mientras Maduro descalificó a la líder opositora María Corina Machado como «tóxica», criticando las protestas contra el régimen.
Leer noticia completa en 20minutos.