Las autoridades estadounidenses han realizado uno de los mayores operativos de rescate en años, rescatando a más de 200 personas, incluyendo 20 menores, que se encontraban retenidas en condiciones inhumanas en una serie de almacenes clandestinos en las afueras de Phoenix, Arizona. Las víctimas, en su mayoría migrantes de Centroamérica y México, fueron localizadas gracias a una operación conjunta entre el Departamento de Seguridad Nacional y la policía local. Los involucrados fueron trasladados a centros de atención temporal, donde recibirán asistencia médica y apoyo legal. Las investigaciones preliminares apuntan a una red de tráfico de personas con conexiones internacionales, y se han detenido a 15 sospechosos que se encuentran bajo custodia mientras se desarrollan mayores indagaciones. La operación ha sido calificada como un golpe significativo contra el tráfico de personas y se espera que arroje luz sobre otros posibles nexos criminales en la región.
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