Según diferentes encuestas, el hijo del ex presidente enfrenta un escenario complicado en una hipotética segunda vuelta electoral contra Lula, donde se prevé que perdería por un margen de 15 puntos porcentuales. Estos resultados reflejan el desafío que tendría el candidato para recortar la distancia y ganar apoyo suficiente entre los votantes, quienes parecen inclinarse mayoritariamente hacia el expresidente Lula, consolidando así su ventaja en el panorama político actual.
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