Recientes investigaciones destacan la costura como una actividad beneficiosa para la salud mental y física. Esta práctica manual estimula la creatividad, relaja tensiones y mejora la concentración y la memoria. Popularizada durante la pandemia, la costura ofrece una forma efectiva de desconectar, mejorar la motricidad fina y fomentar el bienestar emocional al situarnos en el presente. Además, es accesible para todos y especialmente útil para personas mayores, ayudando a activar habilidades motoras y reforzar conexiones cerebrales, lo que puede mitigar el deterioro cognitivo y evocar recuerdos positivos.
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