Las negociaciones para formar un gobierno de coalición en Austria han fracasado, dejando al país sin un ejecutivo encabezado por la ultraderecha, al menos por ahora. El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), liderado por Herbert Kickl, y los democristianos del ÖVP, segundos en las elecciones, no lograron llegar a un acuerdo debido a desacuerdos sobre el reparto ministerial y la agenda europea. La ruptura de las conversaciones podría llevar a elecciones anticipadas solo meses después de los comicios de septiembre, donde la ultraderecha obtuvo su primera victoria parlamentaria. Las tensiones internas en el ÖVP, junto a la preocupación internacional sobre el posible avance del FPÖ, especialmente por sus vínculos euroescépticos y prorrusos, han complicado la situación. Austria seguirá con un gobierno provisional, en manos del ministro de Exteriores Alexander Schallenberg, mientras continúan las conversaciones y el país evalúa sus opciones políticas.
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