La justicia francesa imputó al fundador de Telegram, Pável Dúrov, por lavado de dinero, complicidad en la difusión de imágenes pederastas y otros delitos vinculados a la administración de su plataforma. Tras su arresto en un aeropuerto cerca de París, fue puesto en libertad bajo control judicial con una fianza de cinco millones de euros y restricciones de movimiento. La investigación, iniciada en febrero de 2024, reveló la falta de colaboración de Telegram en casos de cibercriminalidad y pornografía infantil. Dúrov, quien también posee nacionalidades rusa y de Emiratos Árabes Unidos, enfrenta además acusaciones de malos tratos contra uno de sus hijos. Telegram defendió su cumplimiento de leyes europeas y la práctica de moderación en un comunicado.
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