En el inicio del segundo mandato de Donald Trump, la relación entre Estados Unidos y Venezuela enfrenta tensiones significativas con la posible suspensión de compras de petróleo venezolano y una revisión de las licencias para Chevron, crucial para la economía de Venezuela. Marco Rubio, secretario de Estado, será clave en la política hacia Caracas, abordando la migración y el narcotráfico como ejes. La postura contra el régimen de Nicolás Maduro se intensifica, con recompensa aumentada por sus líderes acusados de narcoterrorismo. La migración venezolana y la reacción de líderes latinoamericanos, como Claudia Sheinbaum de México, también son factores críticos en esta compleja dinámica. Marco Rubio, con vista en las elecciones de 2028, deberá manejar cuidadosamente la política hacia Venezuela en este volátil contexto.
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