Galaxus, la empresa suiza de comercio electrónico detrás de Digitec, ha dado un paso audaz hacia la independencia tecnológica al desarrollar su propia infraestructura de red basada en tecnologías de código abierto. Este cambio estratégico implica la creación de un sistema de red que conecta 30 ubicaciones, incluyendo almacenes, tiendas, oficinas y nubes públicas en Europa, sin depender de proveedores externos de servicios gestionados.
Durante años, Galaxus operó bajo un esquema similar al de muchas otras empresas del sector, utilizando nubes públicas con restricciones y costos cada vez mayores, equipos de red con licencias obligatorias y VPN tradicionales difíciles de escalar. Sin embargo, con la creciente expansión de sus operaciones y un uso intensivo de múltiples nubes como Azure, Google Cloud y Hetzner, este modelo tradicional se hizo insostenible, limitando la agilidad y encareciendo proyectos.
El equipo de infraestructura de Galaxus, conocido como Planet Express, se cuestionó la validez de continuar con sistemas cerrados y contratos restrictivos. La respuesta fue clara: no tenía sentido. Así nació un nuevo diseño de red más flexible y autónomo.
La nueva arquitectura de red de Galaxus se apoya en varias tecnologías de código abierto. Las sedes físicas utilizan hardware estándar sin componentes propietarios, como los MinisForum MS-01 con procesadores Intel Core i9, que actúan como nodos de red capaces de manejar tráfico de alta velocidad sin routers costosos. Incluso los soportes físicos para estos nodos son fabricados internamente mediante impresoras 3D.
En términos de software, el proyecto utiliza Proxmox VE como hipervisor para crear una nube de red propia en cada ubicación y OpenWRT como sistema operativo de los routers. La conectividad se logra mediante túneles VPN cifrados utilizando Tailscale y Headscale, permitiendo una red mallada segura y sin depender de servicios externos.
La automatización es otro pilar clave del proyecto, con Terraform y Ansible gestionando la creación y configuración de gateways y nodos, facilitando la integración rápida de nuevas sedes o nubes.
Esta apuesta por la soberanía tecnológica tiene repercusiones directas en el negocio de Galaxus, permitiendo flexibilidad en la gestión de cargas de trabajo y evitando compromisos con hardware o servicios determinados por licencias prepagadas. Al confiar en sus propios desarrolladores en lugar de en las soluciones de Big Tech, Galaxus gana independencia estratégica y capacidad de negociación, incrementando la transparencia técnica y reduciendo la dependencia de proveedores específicos.
El enfoque de Galaxus no solo mejora su infraestructura tecnológica, sino que también libera recursos al evitar costes asociados a contratos restrictivos, demostrando que el esfuerzo por construir y mantener una infraestructura interna vale la pena. Este caso pone de manifiesto que, incluso en entornos complejos, el uso de tecnologías de código abierto puede proporcionar libertad de decisión y beneficios económicos significativos.








