En 2012, Adrian Bayford ganó un premio de 148 millones de libras en el Euromillones, lo que transformó su vida de manera drástica. Tan solo 15 meses después, se divorció de su esposa Gillian, con quien compartía el premio, y se quedó con una mansión en Cambridge que le trajo más recuerdos negativos que felicidad. A pesar de comprometerse varias veces, nunca llegó a casarse de nuevo, y actualmente vive con su prometida, Tracey Biles, en una casa más modesta junto a su madre. Adrian busca recuperar una vida sencilla, libre del peso de su fortuna millonaria. Mientras tanto, su exesposa ha afirmado que el dinero cambió sus vidas negativamente, alejándolos de sus raíces y aumentándoles la codicia.
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