Durante 70 minutos, el Atlético enfrentó el riesgo de continuar su mala racha tras el parón internacional. Aunque el equipo mostró destellos prometedores, como los de Baena, cuyo gol fue anulado generando polémica, los rojiblancos estaban estancados. Sin embargo, la intervención decisiva de Giuliano Simeone cambió el rumbo. Con una jugada característica de esfuerzo y determinación, Giuliano facilitó el gol de Almada, salvando el partido. La efusiva reacción de Diego Simeone reflejó la tensión superada por un Atlético que, aunque a veces tiene más juego que resultados, logró salir adelante.
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