Glenn Close, a los 78 años, ha revisitado su pasado más oscuro, marcado por una infancia y adolescencia dentro de una secta. Actualmente en Madrid, rodando la película «La bola negra» bajo la dirección de Los Javis, Close ha compartido cómo el tiempo en el grupo religioso Rearme Moral impactó profundamente su autoestima y capacidad para formar relaciones. Durante 15 años, desde los siete, creció bajo un estricto control emocional, algo que ha admitido afectó sus vínculos sentimentales y su trayectoria artística. A pesar de sus logros profesionales y ocho nominaciones al Óscar, la actriz confiesa que las secuelas psicológicas de aquella etapa fueron profundas, condicionando su vida afectiva. Sin embargo, a través del arte, Close encontró una vía de escape creativa, permitiéndole transformar el dolor en expresión artística.
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