GlobalFoundries ha decidido invertir 1.100 millones de euros para ampliar su capacidad de fabricación de chips en su planta de Dresde, bajo el proyecto SPRINT. La empresa busca superar el millón de obleas anuales para finales de 2028, consolidándose como el mayor emplazamiento de este tipo en Europa. La expansión espera el apoyo del Gobierno federal alemán y del Estado de Sajonia dentro del marco del European Chips Act, cuya aprobación comunitaria se prevé para este año.
La iniciativa se enfocará en procesos completamente europeos, destinados a reforzar la seguridad y la autonomía de la cadena de suministro continental. Este esfuerzo se centrará en tecnologías de bajo consumo, memoria segura embebida y conectividad inalámbrica, aplicables a sectores como la automoción, el IoT, la defensa y las infraestructuras críticas.
El CEO de GlobalFoundries, Tim Breen, resaltó la importancia de este movimiento estratégico, indicando que las recientes interrupciones en la cadena de suministro automotriz han dejado al descubierto vulnerabilidades cruciales. Así, la ampliación en Dresde no solo asegura el suministro a Europa, sino que también potencia la tecnología diferenciada necesaria para las industrias del futuro.
El anuncio de la inversión coincide con la visita oficial del canciller alemán Friedrich Merz, quien consideró el proyecto SPRINT como un compromiso significativo con la industria en Alemania y Europa, alineándose con la estrategia nacional de microelectrónica. Por su parte, el ministro-presidente de Sajonia, Michael Kretschmer, elogió la decisión, afirmando que refuerza la posición de Silicon Saxony como principal clúster microelectrónico europeo.
En términos de apoyo industrial, varias empresas han mostrado su respaldo al proyecto. AUMOVIO y Bosch ven la expansión como una herramienta de resiliencia para la transición hacia la movilidad del futuro. Infineon y NXP destacan la fortaleza que otorga al ecosistema, mientras que Siemens enfatiza el papel de los semiconductores como puente entre los mundos físico y digital.
La ampliación de GlobalFoundries en Dresde también se destaca por acelerar la comercialización de hardware inspirado en el cerebro humano, gracias a la proximidad y la capacidad ampliada que ofrece la planta.
En resumen, el proyecto SPRINT no solo busca aumentar la capacidad de producción de chips en Europa, sino también fortalecer la soberanía tecnológica del continente, reduciendo dependencias externas y posicionándose a la vanguardia del desarrollo de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial física y la computación cuántica. Con esta estrategia, GlobalFoundries refuerza su compromiso con Alemania y la Unión Europea en un contexto geopolítico donde la tecnología y la autonomía cobran más relevancia que nunca.