El Gobierno federal de Estados Unidos se enfrenta a su primer cierre en siete años debido a la falta de consenso entre republicanos y demócratas sobre el presupuesto. Este conflicto ha resultado en la paralización de servicios no esenciales y la suspensión de sueldos para muchos funcionarios. Mientras el presidente Donald Trump amenaza con despidos masivos, la disputa radica en la insistencia demócrata de ampliar subsidios del Obamacare y revertir recortes en Medicaid, ambos resultado de las reformas fiscales de Trump. Aunque los servicios básicos como seguridad y control aéreo continúan operativos, el tiempo de resolución es incierto, evocando el recuerdo del prolongado cierre de 2018.
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