Laia, enfrentada a una crisis profunda por su alcoholismo, ingresó en un centro vinculado al Movimiento Internacional 24 horas de Alcohólicos Anónimos, creyendo que recibiría ayuda. Sin embargo, su experiencia se tornó en un tormento. La Policía Nacional de España ha iniciado una investigación sobre esta organización, considerándola una «secta destructiva», y actualmente tiene en la mira a 13 grupos operativos en el país.
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