Un atentado con cilindros bomba en la base aérea Marco Fidel Suárez sacudió a Cali, dejando siete muertos y al menos 70 heridos. El ataque, atribuido a las disidencias del Estado Mayor Central de las FARC, ocurrió en un área densamente poblada, sembrando temor y desconfianza entre los residentes de los barrios La Base y Villa Colombia. La presencia policial y militar se incrementó mientras las autoridades ofrecían recompensas por información sobre los responsables. Este suceso coincide con otro ataque en Antioquia, donde 12 policías fallecieron tras el derribo de un helicóptero, una señal del aumento de violencia ligada al narcotráfico en el país.
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