Esta semana, las tensiones entre Israel y Palestina escalaron tras el asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington, un crimen atribuido al antisemitismo global. Los conflictos en Gaza, exacerbados por la ofensiva de Israel en respuesta a un ataque de Hamás, continúan alimentando este ambiente de odio. Según datos de la Universidad de Tel Aviv, los incidentes antisemitas se han duplicado desde entonces, afectando a países como España, donde los ataques se dispararon un 321% en 2024. Organizaciones como la Liga Antidifamación advierten que el antisemitismo no solo se manifiesta en actos violentos, sino también en discursos de odio en redes sociales, especialmente entre los jóvenes. Mientras tanto, líderes internacionales debaten el complicado equilibrio entre criticar la política de Israel y no caer en expresiones antisemitas.
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