Este año, se anticipa una primavera especialmente desafiante para las personas alérgicas al polen en España, debido a condiciones climáticas que favorecen una polinización intensa. Según los expertos, como Estefanía Quílez y Joaquín Sastre, factores como un invierno lluvioso y cambios bruscos de temperatura pueden desencadenar una explosión de polen, afectando especialmente a las zonas con climas continentales. Las alergias al polen resultan de un sistema inmunológico que erróneamente identifica al polen como una amenaza, un proceso influenciado tanto por factores genéticos como ambientales, con un creciente número de casos en adultos sin antecedentes familiares. Las recomendaciones para contrarrestar los síntomas incluyen evitar la exposición directa, utilizar gafas de sol y mascarillas, y recurrir a medicación preventiva. A largo plazo, las vacunas contra el polen, ajustadas individualmente, ofrecen una opción efectiva para mitigar y prevenir los síntomas, subraya Quílez, quien aconseja acudir a un especialista para un diagnóstico preciso y tratamiento adecuado.
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