Cada año, la Navidad trae consigo una variedad de decoraciones emblemáticas, y entre ellas destaca con especial protagonismo la Euphorbia pulcherrima, más conocida como la flor de Pascua. Con sus vibrantes tonos rojos y verdes, esta planta se ha establecido como un símbolo de las festividades, iluminando los hogares con su colorido. Sin embargo, más allá de ser un adorno efímero, la flor de Pascua puede vivir durante meses si se le brindan los cuidados adecuados.
Uno de los factores determinantes para asegurar el bienestar de la flor de Pascua es su ubicación dentro del hogar. La planta demanda una cantidad significativa de luz, aunque debe evitar la exposición directa a los rayos solares para prevenir quemaduras en las hojas. Los alféizares que ofrecen luz filtrada se consideran ideales. Además, se debe proteger a la planta de corrientes de aire frío y de fuentes de calor intenso, como radiadores o chimeneas, que pueden generarle estrés.
El riego también juega un papel fundamental en la longevidad de la flor de Pascua. El sustrato debe mantenerse húmedo, pero nunca encharcado. Es recomendable regar la planta cuando la superficie del suelo esté seca, enfatizando la importancia del drenaje adecuado para evitar el pudrimiento de las raíces. Utilizar agua a temperatura ambiente ayudará a prevenir choques térmicos adversos para la planta.
En climas invernales secos, asegurar la humedad ambiental apropiada puede marcar la diferencia. Pulverizar agua sobre las hojas o colocar la maceta sobre un plato con piedras y agua (sin que el fondo toque el agua) son estrategias eficaces para recrear un microclima húmedo, beneficioso para la flor de Pascua.
La fertilización tampoco debe ser pasada por alto. Después de la temporada navideña, aplicar un fertilizante líquido equilibrado cada dos semanas en primavera y verano puede estimular un crecimiento saludable y vigoroso.
Aunque a menudo se le considera una planta desechable una vez pasada la Navidad, la flor de Pascua puede sobrevivir y prosperar con cuidados constantes. Durante su periodo de descanso, es esencial reducir el riego y mantenerla en un área bien iluminada. Si las brácteas comienzan a caer, no hay razón para desanimarse. Con diligencia y dedicación, la flor de Pascua puede renacer, lista para embellecer nuevamente los hogares en la próxima temporada navideña, demostrando que es mucho más que un simple ornamento de temporada.








