Guía Legal: Cómo Actuar si tu Casero Recolecta Frutas de tu Jardín sin Permiso

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Juan Hernández

La relación entre propietarios e inquilinos no siempre es sencilla, especialmente cuando surge la duda sobre quién tiene derecho a hacer qué en una propiedad arrendada. Un ejemplo reciente y concreto de esta confusión ocurre cuando un casero entra al jardín de su inquilino para recoger fruta de los árboles, una situación más común de lo que podría pensarse y que genera incertidumbre entre los arrendatarios.

Según la legislación vigente en arrendamientos urbanos, los derechos y obligaciones tanto del inquilino como del casero están claramente definidos, y conocerlos es vital para evitar conflictos. La Ley de Arrendamientos Urbanos, en su normativa, establece que el propietario del inmueble debe respetar tanto la intimidad como el uso y disfrute del arrendatario sobre el espacio alquilado. En términos prácticos, esto significa que el casero no está autorizado a acceder a ninguna parte de la propiedad sin el consentimiento expreso del inquilino, salvo en casos excepcionales como emergencias o situaciones detalladamente pactadas en contrato.

Por lo tanto, si un inquilino encuentra a su casero en el jardín sin previa autorización, el propietario estaría actuando en contra de la ley. El primer paso recomendado en estos casos es dialogar directamente con el casero. Una conversación franca y cordial, recordándole la obligación legal de solicitar permiso antes de ingresar a la propiedad, podría resolver el conflicto sin necesidad de escalar la situación.

Sin embargo, si el casero persiste en su conducta y continúa entrando sin permiso, el arrendatario debe documentar estas incursiones. Se recomienda recoger evidencia, como fotografías y mensajes en los que se demuestre la falta de autorización, y considerar enviar una carta formal al propietario expresando claramente la disconformidad ante este comportamiento.

Si las infracciones continúan pese a los intentos de mediación directa, los inquilinos tienen la opción de buscar apoyo en una asociación de inquilinos. Consultar a un abogado especializado en derecho inmobiliario también es una vía recomendable para explorar posibles acciones legales.

Cada situación puede presentar particularidades dependiendo tanto de la legislación local como de los términos específicos del contrato de arrendamiento. Por esta razón, es esencial que los inquilinos se informen adecuadamente sobre sus derechos y actúen de manera acorde para proteger su espacio y su tranquilidad en el hogar.

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