El Gobierno de Hamás en Gaza acusó a Israel de violar 47 veces el acuerdo de alto el fuego desde su vigencia el pasado 10 de octubre, resultando en la muerte de 38 personas. Según el comunicado, Israel ha infringido el derecho internacional humanitario con actos que incluyen ataques directos a civiles y detenciones. Alega que el ejército israelí utiliza tanques, drones y recursos de ataque a distancia en zonas todavía militarizadas. Las autoridades sanitarias indican que muchas de las víctimas eran personas intentando regresar a sus hogares tras la tregua. Aunque el alto el fuego establece la retirada israelí a la «línea amarilla», Israel justifica sus acciones invocando la legítima defensa.
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