La campaña para las elecciones presidenciales de Estados Unidos se intensifica en un clima de polarización extrema, con el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris endureciendo sus ataques verbales contra el expresidente Donald Trump. Biden, en un acto en New Hampshire, cuestionó el compromiso de Trump con la Constitución y lo calificó de amenaza para la democracia, una declaración que provocó respuestas inmediatas del bando republicano. En paralelo, Harris tildó a Trump como una amenaza democrática y se mostró preparada para cualquier eventualidad en el conteo de votos. Las declaraciones de Trump en contra de Harris, a quien ha descalificado con términos denigrantes, han avivado las tensiones raciales y de género en la contienda electoral. Además, controversias en torno a comentarios atribuidos a Trump sobre generales militares y el incidente trágico de Vanessa Guillén, señalados por The Atlantic, añaden combustible a un ambiente ya enrarecido y prometen un cierre electoral tenso en las próximas semanas.
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